LUIS BRADLEY
SE SUPO SOBREPONER DE UNA TERRIBLE ENFERMEDAD PARA CONTINUAR CON SU ACADEMIA
RUDY
MARTÍNEZ
AL DÍA
La figura de
aquel mediocampista firme, robusto, atento, con temple ha cambiado
significativamente. Su semblante ya no es el mismo. La movilidad y la fuerza se
han ido, pero la tenacidad, la entrega y el sacrificio se mantienen. Lo más
importante: su sonrisa sigue intacta.
Luis Wellington
Bradley se retiró del futbol profesional hace cinco años. La última
camiseta que se puso fue la de Comunicaciones. Su adiós estuvo marcado por las
lesiones y los problemas contractuales con la institución.
Fueron doce
años de trayectoria, en los que disfrutó de levantar dos títulos de liga y uno
de copa.
Luis nunca
quiso alejarse del futbol y en el 2012 fundó “Haldon” su academia. Un sueño
hecho realidad.
Todo iba muy
bien, hasta que en noviembre del 2013 su vida empezó a cambiar drásticamente.
“De repente
empecé a sentir la falta de coordinación, falta de fuerza, principalmente en el
brazo derecho. Me preocupó poco y seguimos adelante, hasta que en un momento
estaba jugado de portero, me desbalanceé y me caí”, recuerda Bradley como si
hubiera sido ayer.
Tras varios
estudios los médicos le diagnosticaron esclerosis lateral amiotrófica, una
enfermedad que afecta el sistema nervioso central.
“Fue un gran
cambio, ha sido un giro de 180 grados. He cambiado mucho en ciertos rasgos”,
afirma el exfutbolista.
Sin embargo,
lejos de caer y perder, Bradley comenzó una nueva etapa en su vida. Tenía
nuevos retos, otros propósitos y personas por las que debía seguir en la pelea.
Es padre de
Hally (7 años) y Brandon (12) a quienes cuida junto a su esposa Walda. “En el
momento costó un poquito, pero he tenido la fortaleza que Dios da, la confianza
y fe en que esto es un proceso y que es para un propósito”, menciona.
“Físicamente
me cuesta, pero mental y espiritualmente estoy al cien por ciento. Cuento con
el apoyo incondicional de mi familia, de mis amigos y de los papás de los niños
de la academia”, reconoce Bradley.
La seguridad
en sus palabras es convincente. Como todo guerrero no pierde la esperanza, a
pesar de las adversidades.
“Me siento
afortunado de tener vida, de ver a mis niños de la academia. Hemos mejorado
como personas, hemos tratado de salir adelante, de enseñar a los niños parte de
lo que vivimos y parte de lo que aprendimos”, comenta.
Luis tiene
su academia en Boca del Monte, un lugar marcado como “zona roja” por eso cree
que lo más importante es “alejar a los niños de cosas malas”, afirma.
Ahí pasa
gran tiempo de su día, atiende a más de 30 alumnos de entre 4 y 15 años.
Su mano
derecha en los entrenamientos es Wuesley, su hermano, quien le ayuda a movilizarse
en la cancha y aplica todos los trabajos planificados en el día.
“Me sirve
como terapia. Mi propósito es estar acá hasta donde Dios me lo permita y tratar
de transmitir los conocimientos que algún día aprendí”.
Y así lo que
para cualquiera tendría un final triste, se ha convertido para el exfutbolista
nacional en un proceso que le ha dejado grandes enseñanzas y que le ha
permitido encontrarle sentido a la propia vida.
“Esta etapa
me ha demostrado lo valioso que es uno como ser humano.La fortaleza para
continuar la encuentro principalmente en Dios, en mi familia y en mi amor
propio como persona. Estoy agradecido con la vida y con todo lo que Dios me ha
dado”, dice Bradley.
“He tenido la
suerte de estar bien apoyado. Es difícil, pero nuestra forma de ser ha sido
salir adelante, luchar con la ayuda de Dios. He sido bien fortalecido y paso a
paso, poco a poco voy llevando este difícil proceso”, refiere con certeza.
Con su
ejemplo, Luis Bradley pretende enviar un mensaje a todos. “Con la ayuda de Dios
todo se puede. Mientras haya vida hay esperanza”.
Hoy vive a
plenitud, disfruta cada momento de su vida. Es feliz junto a sus hijos y su
esposa. Hace lo que le gusta. Ha realizado sus sueños y continúa sembrando la
semilla de esperanza en sus alumnos. La enfermedad no es rival.
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MENSAJE
“Mientras
haya vida hay esperanza y cuando se quiere se puede. Uno se cae y se levanta. A
esta vida uno viene a luchar, para todo hay procesos, pruebas y dificultades, lo
que podemos hacer es levantarnos y seguir adelante”.
SU ACADEMIA
“La academia
trata de aportar al futbol, busca promover futbolistas que en su momento puedan
cumplir un sueño como lo hicimos nosotros. Tenemos en vista a unos niños que
tienen calidad humana para jugar al futbol”.
SUS AMIGOS
Rigoberto
Gómez, Dwight Pezzarossi, José Contreras, Joel Benítez, David Guerra, Saúl de
Mata, Milton Núñez, Erwin Morales, Carlos Figueroa, Tránsito Montepeque y los
dirigentes, el licenciado Carlos Veliz y don Jorge Raúl García Granados siempre
lo han apoyado, según mencionó Bradley.
*****************FICHA
Luis
Wellington Bradley Gómez
Nacimiento:
Guatemala, 5 de marzo de 1980
EDAD: 35
años
DEPORTE:
Futbol
Equipos:
Aurora, Mixco, Amatitlán, Comunicaciones y Selección Nacional.
Esposa: Glenda
Hijos:
Brandon (12 años) y Hally (7)
*****************EN
CORTO
Futbol: Todo
El amor:
Fundamental
La Mujer:
Estabilidad emocional
Un lugar:
Guatemala
Un Club:
Comunicaciones
Un libro: El
Alquimista
Comida:
Pollo a la plancha
Hobbie:
Futbol
Un sueño:
Ver crecer mi academia
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